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Amor y respeto por la naturaleza en nuestros safaris dirigidos por los expertos
en el Mara, sus guerreros. Nunca olvidarás la paz de la sabana y la mirada limpia
de sus animales salvajes. Un pequeño aleteo provoca uno de los mayores espectáculos de la naturaleza, los ñus cruzando el río Mara, jugándose la vida entre cocodrilos. Es solo una parte de lo que te espera en nuestra visita a la Reserva Nacional.
La fogata lleva siendo punto de reunión para la comunidad Masai desde hace milenios. Siéntete un guerrero más compartiendo danza y relatos ataviado con tu shuka (manta masai)
Ver caer el sol en la sabana, con los animales recortándose en el horizonte y el naranja apoderándose del cielo, es una experiencia que todos deberíamos vivir al menos una vez en la vida.
Duerme bajo las estrellas del Masái Mara después de una rica cena, y madruga para no perderte el amanecer más increíble. La banda sonora de la naturaleza será tu canción de cuna
La fogata lleva siendo punto de reunión para la comunidad Masai desde hace milenios. Siéntete un guerrero más compartiendo danza y relatos ataviado con tu shuka (manta masai)
Ver caer el sol en la sabana, con los animales recortándose en el horizonte y el naranja apoderándose del cielo, es una experiencia que todos deberíamos vivir al menos una vez en la vida.
Duerme bajo las estrellas del Maasai Mara después de una rica cena, y madruga para no perderte el amanecer más increíble. La banda sonora de la naturaleza será tu canción de cuna
Puede que a la vuelta no puedas poner el tiro con arco en tu currículum, pero te aseguramos que será una experiencia muy divertida.
Las casas Masai son construidas por las mujeres y van creciendo con la familia. Entra en una de ellas, pregunta todo lo que siempre quisiste saber a los ancianos y ¡aprende a hacer fuego!
Cada domingo, la alegría de la misa Masai nos conecta con nuestra espiritualidad y con nosotros mismos, recordándonos que somos a la vez únicos y parte de un todo.
Puede que a la vuelta no puedas poner el tiro con arco en tu currículum, pero te aseguramos que será una experiencia muy divertida.
Las casas Masai son construidas por las mujeres y van creciendo con la familia. Entra en una de ellas, pregunta todo lo que siempre quisiste saber a los ancianos y ¡aprende a hacer fuego!
Cada domingo, la alegría de la misa Masai nos conecta con nuestra espiritualidad y con nosotros mismos, recordándonos que somos a la vez únicos y parte de un todo.
